El Illimani corona el nuevo restaurante de Hard Rock Cafe como el más alto del mundo. Piezas de artistas bolivianos destacan en la veintena de artículos sobre el rock mundial.
La Razón (Edición Impresa) / José Luis Mariscal / La Paz
01:06 / 25 de octubre de 2017
En el fondo del escenario, la silueta del Illimani delineada con luces adorna el logo de Hard Rock Cafe, una franquicia estadounidense de comida grill que está presente en todo el globo con 179 locales. El restaurante de La Paz, que abrió el 18 de septiembre en MegaCenter (Irpavi), se caracteriza por ser el más alto de todo el mundo.
Mientras el equipo de trabajo del local baila en el escenario al son de la canción Happy, de Farrel Williams, en la entrada del recinto, la camisa blanca y el característico gorro de Fabio Zambrana (vocalista de la banda cruceña Azul Azul)— que vistió en su último concierto—, así como las camisas de Carlos Daza y Omar León (integrantes del grupo Wara) y el atuendo que utilizaron los miembros de Octavia en sus comienzos dan la bienvenida a aquellos que quieran disfrutar de un menú variado acompañado de música rock.
De tan solo entrar, destacan las figuras y texturas relacionadas con características representativas de la región andina: los bartender preparan tragos sobre un mesón decorado con bloques de sal en la parte baja. Álvaro Aguirre, gerente de Marketing, cuenta que la decoración del lugar está inspirada en características únicas que se encuentran en esta región. De todas éstas el que más resalta es el Illimani de luces.
Cada mesero tiene un look especial: ya sea por los tatuajes, cabello de colores o piercings. Cuando se acercan a tomar la orden, en su ropa destaca una cinta con pines con el símbolo del Hard Rock Cafe, entre los que resalta uno con el escudo nacional de Bolivia.
Suena la clásica canción Paraniod, de Black Sabath, mientras el gerente ofrece un recorrido por el café. Aprovecha de contar que los artículos, donados por los músicos bolivianos, ya forman parte de los más de 90.000 objetos de la colección más grande del rock mundial.
Las paredes son de color marrón y crema y sostienen la “memorabilia”, objetos de colección que pertenecieron a estrellas de la música mundial. Entre muchas piezas se luce una gorra de Elvis Presley, una chaqueta de Michael Jackson, la icónica guitarra Les Paul de Slash (guitarrista de Guns N’ Rosses), un saco que la cantante Cher usó durante un concierto, las botas de Elton John y de David Bowie, y atuendos para el escenario de Shakira y Beyonce.
Son las 14.00 y la tienda de recuerdos está a cargo de Joaquín Gutiérrez, quien agita la cabeza al ritmo de una canción y su melena rosada se mueve de arriba a abajo, mostrando la vocación rockera que tienen los empleados. Junto con el Gerente de Marketing hablan del diseño del lugar, para el que acudieron a los arquitectos colombianos que ya habían participado en otros proyectos de Hard Rock en Latinoamérica.
Ya hay gente esperando por una mesa. Si bien las reservas no se permiten por la filosofía de Hard Rock Cafe —que manda “Amar a todos y servir a todos”—, la atención a los comensales se rige por el orden de llegada y la disponibilidad de mesas. Al pasar por el área donde se encuentra la Guitarra de Slash y David Lee Roth, el vocalista de Van Helen, Aguirre explica que la franquicia ha puesto a disposición de la gente un servicio novedoso: un dispositivo que se presta al solicitante de una mesa para que se le notifique la disponibilidad de espacio, dándole la libertad de pasear por el centro comercial sin perder su turno. El aparato funciona en un radio de hasta 400 metros.
En el segundo piso se encuentra el área con más “memorabilias”. Bajo el cinturón de Vinnie Vincent (guitarrista del grupo Kiss), una de las meseras sirve la hamburguesa más famosa de Hard Rock, la Legendary: consta de una carne de ocho onzas, tocino, queso chedar y aros de cebolla. Este platillo está incluido en la carta de todos los restaurantes de la franquicia en el mundo. El Jumbo Combo es otra de las especialidades que ofrece la casa. “Es un plato para cuatro personas que tiene un poco de todas las entradas que tenemos. Incluye pechugas y alitas de pollo, tortillas, aros de cebolla, papas fritas y papas rellenas con queso”, detalla Aguirre.
De pronto, un grupo de meseros rodea una mesa para cantarle a un cliente el tradicional Feliz cumpleaños en clave rockera. Detalles como ésos son parte importante del lugar. Además se busca que cada restaurante tenga su propia personalidad. Por eso se presentará también un menú con productos inspirados en la comida paceña. “En cada país, la franquicia presenta un menú local, en el que incluye una fusión de sabores típicos de la región. En La Paz no será la excepción”, adelanta Aguirre.
Para que la “memorabilia” llegue a los distintos locales en el mundo, existe una central de la corporación —que se encuentra en Orlando, Florida (EEUU)— en la cual están inventariados todos los objetos de colección. Antes de abrir una nueva sucursal, ésta recibe una lista de los objetos que pueden ser enviados para utilizarse en la decoración.
Además, cada cierto tiempo la “memorabilia” rota de país, por lo que existe la posibilidad de que el atuendo de Octavia pueda verse en otros países.
Un sacón que perteneció a la cantante Cher y que fue diseñado por la modista Laura Demme.
Mientras tanto, esta nueva oferta en la zona Sur de La Paz promete renovación en sus sabores y un acto de inauguración por lo alto, con la presencia de un grupo extranjero y, obviamente, el buen rock que se hace en Bolivia.En el fondo del escenario, la silueta del Illimani delineada con luces adorna el logo de Hard Rock Cafe, una franquicia estadounidense de comida grill que está presente en todo el globo con 179 locales. El restaurante de La Paz, que abrió el 18 de septiembre en MegaCenter (Irpavi), se caracteriza por ser el más alto de todo el mundo.
Mientras el equipo de trabajo del local baila en el escenario al son de la canción Happy, de Farrel Williams, en la entrada del recinto, la camisa blanca y el característico gorro de Fabio Zambrana (vocalista de la banda cruceña Azul Azul)— que vistió en su último concierto—, así como las camisas de Carlos Daza y Omar León (integrantes del grupo Wara) y el atuendo que utilizaron los miembros de Octavia en sus comienzos dan la bienvenida a aquellos que quieran disfrutar de un menú variado acompañado de música rock.
De tan solo entrar, destacan las figuras y texturas relacionadas con características representativas de la región andina: los bartender preparan tragos sobre un mesón decorado con bloques de sal en la parte baja. Álvaro Aguirre, gerente de Marketing, cuenta que la decoración del lugar está inspirada en características únicas que se encuentran en esta región. De todas éstas el que más resalta es el Illimani de luces.
Cada mesero tiene un look especial: ya sea por los tatuajes, cabello de colores o piercings. Cuando se acercan a tomar la orden, en su ropa destaca una cinta con pines con el símbolo del Hard Rock Cafe, entre los que resalta uno con el escudo nacional de Bolivia.
Suena la clásica canción Paraniod, de Black Sabath, mientras el gerente ofrece un recorrido por el café. Aprovecha de contar que los artículos, donados por los músicos bolivianos, ya forman parte de los más de 90.000 objetos de la colección más grande del rock mundial.
Las paredes son de color marrón y crema y sostienen la “memorabilia”, objetos de colección que pertenecieron a estrellas de la música mundial. Entre muchas piezas se luce una gorra de Elvis Presley, una chaqueta de Michael Jackson, la icónica guitarra Les Paul de Slash (guitarrista de Guns N’ Rosses), un saco que la cantante Cher usó durante un concierto, las botas de Elton John y de David Bowie, y atuendos para el escenario de Shakira y Beyonce.
Son las 14.00 y la tienda de recuerdos está a cargo de Joaquín Gutiérrez, quien agita la cabeza al ritmo de una canción y su melena rosada se mueve de arriba a abajo, mostrando la vocación rockera que tienen los empleados. Junto con el Gerente de Marketing hablan del diseño del lugar, para el que acudieron a los arquitectos colombianos que ya habían participado en otros proyectos de Hard Rock en Latinoamérica.
Ya hay gente esperando por una mesa. Si bien las reservas no se permiten por la filosofía de Hard Rock Cafe —que manda “Amar a todos y servir a todos”—, la atención a los comensales se rige por el orden de llegada y la disponibilidad de mesas. Al pasar por el área donde se encuentra la Guitarra de Slash y David Lee Roth, el vocalista de Van Helen, Aguirre explica que la franquicia ha puesto a disposición de la gente un servicio novedoso: un dispositivo que se presta al solicitante de una mesa para que se le notifique la disponibilidad de espacio, dándole la libertad de pasear por el centro comercial sin perder su turno. El aparato funciona en un radio de hasta 400 metros.
En el segundo piso se encuentra el área con más “memorabilias”. Bajo el cinturón de Vinnie Vincent (guitarrista del grupo Kiss), una de las meseras sirve la hamburguesa más famosa de Hard Rock, la Legendary: consta de una carne de ocho onzas, tocino, queso chedar y aros de cebolla. Este platillo está incluido en la carta de todos los restaurantes de la franquicia en el mundo. El Jumbo Combo es otra de las especialidades que ofrece la casa. “Es un plato para cuatro personas que tiene un poco de todas las entradas que tenemos. Incluye pechugas y alitas de pollo, tortillas, aros de cebolla, papas fritas y papas rellenas con queso”, detalla Aguirre.
De pronto, un grupo de meseros rodea una mesa para cantarle a un cliente el tradicional Feliz cumpleaños en clave rockera. Detalles como ésos son parte importante del lugar. Además se busca que cada restaurante tenga su propia personalidad. Por eso se presentará también un menú con productos inspirados en la comida paceña. “En cada país, la franquicia presenta un menú local, en el que incluye una fusión de sabores típicos de la región. En La Paz no será la excepción”, adelanta Aguirre.
Para que la “memorabilia” llegue a los distintos locales en el mundo, existe una central de la corporación —que se encuentra en Orlando, Florida (EEUU)— en la cual están inventariados todos los objetos de colección. Antes de abrir una nueva sucursal, ésta recibe una lista de los objetos que pueden ser enviados para utilizarse en la decoración.
Además, cada cierto tiempo la “memorabilia” rota de país, por lo que existe la posibilidad de que el atuendo de Octavia pueda verse en otros países.Mientras tanto, esta nueva oferta en la zona Sur de La Paz promete renovación en sus sabores y un acto de inauguración por lo alto, con la presencia de un grupo extranjero y, obviamente, el buen rock que se hace en Bolivia.
FUENTE: La Razón